Pedir ayuda no es un delito: así se puede lograr el éxito según Steve Jobs, creador de Apple

El empresario en su adolescencia se interesó por la electrónica así que hizo una llamada a un número desconocido esperando que contestara el fundador de HP

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Su enfoque puede ser un
Su enfoque puede ser un modelo a seguir para futuros emprendedores. (Foto: REUTERS)

Steve Jobs tenía apenas 12 años y ya sentía una fuerte fascinación por la electrónica. Radicado junto a sus padres adoptivos en el valle de Santa Clara, el futuro Silicon Valley, Jobs creció entre talleres, garajes y una comunidad de ingenieros que experimentaban con tecnología avanzada.

Tras proponerse construir un contador de frecuencia como parte de un proyecto escolar, se enfrentó a la dificultad de conseguir piezas especializadas que no estaban al alcance de un estudiante. Sin temor al ridículo ni al rechazo, buscó el número de Bill Hewlett, cofundador de Hewlett-Packard (HP), en la guía telefónica.

El gesto espontáneo y la franqueza de Jobs durante la llamada sorprendieron a Hewlett, quien respondió de manera generosa al proporcionarle no solo los componentes necesarios, sino la oportunidad de trabajar durante un verano en HP.

Es un momento clave mucho
Es un momento clave mucho antes de la fundación de Apple. (Foto: REUTERS)

Esta experiencia le permitió ver de cerca la dinámica de la industria tecnológica y entender la relevancia de la colaboración y el aprendizaje compartido en contextos de alto rendimiento. La anécdota, narrada por el propio Jobs en 1994, se convirtió en símbolo de los valores que lo acompañaron a lo largo de su carrera.

Cómo la motivación influyó en Steve Jobs para que alcanzara el éxito

Jobs motivado por el deseo de completar su proyecto escolar, rompió con la barrera de la timidez al llamar directamente a un líder de la industria. Este acto definió el inicio de un estilo de liderazgo basado en la acción y en la búsqueda constante de soluciones.

Esa primera interacción con Bill Hewlett no solo permitió a Jobs ver el alcance de su propia iniciativa, le enseñó que encontrar ayuda en el momento adecuado puede ser decisivo.

Fue uno de los primeros
Fue uno de los primeros pasos que hizo en la industria tecnológica. (Foto: REUTERS)

El acceso a recursos profesionales y la posibilidad de colaborar con ingenieros consagrados marcó sus decisiones tempranas y fue determinante para desarrollar una confianza duradera en el valor de pedir ayuda.

Por qué saber pedir ayuda marcó un punto de inflexión en la vida de Steve Jobs

La llamada de Jobs a Bill Hewlett representa mucho más que el simple pedido de componentes electrónicos. Hewlett no se limitó a facilitar un paquete con piezas, sino que invitó a Jobs a trabajar durante el verano en el entorno de HP, donde se fabricaban estos mismos instrumentos.

Este gesto de apertura resultó crucial para el joven Jobs, que estuvo en contacto con ingenieros y técnicos experimentados, adquiriendo una comprensión directa de los procesos y la cultura de la innovación industrial.

Estos aprendizajes fueron plasmados años
Estos aprendizajes fueron plasmados años posteriores en Apple. (Foto: REUTERS/Abdul Saboor)

Esa primera experiencia laboral no solo le permitió aprender los fundamentos del trabajo en tecnología, sino comprender la importancia de rodearse de personas capaces y motivadas.

Jobs trasladó ese aprendizaje a su futuro rol como líder, priorizando equipos de alta calidad y cultivando la creatividad y la colaboración en Apple.

Cuál fue la importancia de este encuentro en el futuro empresarial de Steve Jobs

A lo largo de su vida, Steve Jobs rememoró con gratitud el episodio con Bill Hewlett, afirmando que nunca se encontró con alguien dispuesto a negarle una mano cuando la pidió abiertamente.

Es un caso que demuestra
Es un caso que demuestra el valor del trabajo colaborativo y la necesidad de perder el miedo. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este recuerdo reforzó su compromiso con la reciprocidad y la accesibilidad. Jobs entendía que el éxito individual está ligado a la capacidad de forjar vínculos y de estar dispuesto a ayudar a otros a abrirse paso en entornos complejos.

La anécdota que marcó su adolescencia lo llevó a mantener una mentalidad receptiva y agradecida, aspecto que se tradujo en una mejor dirección y en un ambiente propicio para el desarrollo de nuevos talentos.

Asimismo, en Apple, se dedicó a construir estructuras horizontales, alentando la participación activa de sus colaboradores y desafiándolos a explorar nuevas posibilidades para marcar la diferencia frente a la competencia.