Perú y Paraguay lideran el comercio de productos falsificados, incluyendo dispositivos eléctricos

El Día Mundial contra la Falsificación y la Piratería, que se conmemora el 8 de junio, resalta una problemática creciente en América Latina: el tráfico de productos falsificados. Según el Índice Global de Crimen Organizado, Perú y Paraguay encabezan esta lista, con un aumento en la circulación de productos de dudosa calidad. En particular, se reporta una gran presencia de productos eléctricos falsificados en ambos países, los cuales representan un grave riesgo para los consumidores.

El comercio ilegal de estos productos afecta no solo la seguridad de los hogares, sino también la economía de la región. La falsificación de artículos eléctricos como cables, enchufes, tomacorrientes y sistemas de iluminación es una de las mayores preocupaciones. Las autoridades advierten sobre los peligros de su uso y la necesidad de tomar medidas para proteger tanto la seguridad personal como la estabilidad económica.

Los productos eléctricos falsificados no cumplen con los estándares de calidad necesarios para resistir la potencia de corriente que requieren los artefactos eléctricos. Esta deficiencia los convierte en un riesgo constante de cortocircuitos, falsos contactos, incendios, sobrecargas e incluso electrocuciones. La alerta de expertos como el Indecopi y la Asociación Gremial de Empresas Internacionales de Productos Eléctricos del Perú (EPEI-Perú) es clara: estos artículos no son aptos para el uso seguro en los hogares.

Con el fin de evitar estos riesgos, las autoridades instan a los consumidores a no adquirir productos eléctricos en establecimientos informales o de dudosa procedencia. Es importante que los compradores se aseguren de que los productos provengan de tiendas que cuenten con un Registro Único de Contribuyentes (RUC), emitan comprobantes de pago y ofrezcan información clara sobre la identificación del vendedor. También se recomienda que la instalación de sistemas eléctricos sea realizada únicamente por profesionales certificados, lo que garantizará que las conexiones sean seguras y estén correctamente instaladas.

La falsificación y adulteración de productos no solo pone en riesgo la seguridad de los consumidores, sino que también tiene efectos negativos en la economía nacional. La evasión tributaria es una de las consecuencias más graves de este fenómeno, ya que genera una mayor informalidad en el mercado y afecta a los negocios legales. Además, el comercio de productos falsificados representa un desafío para el medio ambiente, ya que muchos de estos productos no siguen normativas ambientales y terminan afectando los ecosistemas.

En caso de adquirir productos falsificados, el Indecopi recuerda a los consumidores la importancia de exigir y guardar el comprobante de pago, así como cualquier material publicitario o contrato de compra. Estos documentos son clave para presentar una queja formal en el Libro de Reclamaciones del proveedor o para interponer una denuncia en el Indecopi, lo que permitirá tomar medidas ante cualquier inconveniente relacionado con la compra de productos falsificados.

Paraguay enfrenta un desafío significativo en la lucha contra el comercio de productos falsificados, una problemática que afecta tanto a la seguridad de los consumidores como a la economía formal del país.

Diversas instituciones, como la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (DINAVISA) y la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual (DINAPI), han intensificado sus esfuerzos para combatir este flagelo. A pesar de estos esfuerzos, el contrabando y la falsificación continúan siendo prácticas comunes en ciertas regiones del país.

En mayo de 2025, el Departamento contra Hechos Punibles Económicos y Financieros, en colaboración con la Fiscalía, llevó a cabo un allanamiento en cuatro locales comerciales de Encarnación. Durante el operativo, se incautaron productos de marcas reconocidas que resultaron ser falsificaciones, con un valor estimado superior a 60 millones de guaraníes. Este operativo forma parte de una serie de acciones destinadas a erradicar la venta de productos piratas en el circuito comercial de la ciudad.

Además, en junio de 2024, la DINAPI realizó una inspección en el puerto privado de Empedril, en Mariano Roque Alonso, donde se encontraron más de 2.500 frascos de vidrio para perfumes de marcas de alta gama, presumiblemente falsificados. Los productos fueron incautados y remitidos al Ministerio Público para su custodia y posterior investigación.

La zona de la triple frontera entre Paraguay, Brasil y Argentina ha sido identificada como un punto crítico para el contrabando de productos falsificados. En el marco de la operación internacional Crete II, se descubrió un almacén clandestino en esta área donde se fabricaban zapatos falsificados. La mercancía incautada en este operativo tenía un valor estimado de USD 750 mil.