Qué se sabe del aficionado que murió durante la final de la Nations League entre España y Portugal

La final de la UEFA Nations League entre las selecciones de España y Portugal, celebrada en el Allianz Arena de Múnich, quedó marcada por una tragedia inesperada. Un aficionado perdió la vida al caer desde una de las gradas superiores del estadio hacia una zona de gradas inferiores. Este desafortunado suceso ha generado conmoción en el mundo del fútbol y ha centrado la atención en las medidas de seguridad durante grandes eventos deportivos.

El incidente ocurrió hacia el final de la primera parte de la prórroga. De inmediato, el equipo de paramédicos y el personal de seguridad del estadio intervinieron para atender al afectado. La zona donde sucedió el accidente fue acordonada y cubierta con lonas para garantizar la privacidad de los procedimientos, mientras se intentaba evitar que los demás asistentes tuvieran contacto visual con la escena. Desafortunadamente, los esfuerzos médicos resultaron infructuosos y se confirmó el fallecimiento del aficionado a las 00:06, hora local.

A través de un comunicado, la UEFA expresó su pesar por el fallecimiento: “Hubo una emergencia sanitaria en el Allianz Arena y, pese a los esfuerzos de los médicos por salvar su vida, la persona tristemente falleció. Nuestros pensamientos están con sus seres queridos en este difícil momento”. Además, la Federación manifestó su compromiso con la seguridad y anunció que se tomarán medidas para investigar las condiciones en las que ocurrió el accidente.

La policía de Múnich informó que la víctima era un ciudadano alemán, originario de Garmisch-Partenkirchen, en el estado de Baviera. Las autoridades han iniciado una investigación para aclarar las circunstancias precisas del incidente, incluyendo testimonios de testigos presenciales y el análisis de grabaciones de video proporcionadas por las cámaras del estadio. Aunque la hipótesis principal apunta a un trágico accidente en el que la víctima pudo haber perdido el equilibrio, los investigadores no descartan otras posibilidades hasta completar un peritaje exhaustivo.

El desenlace del encuentro, una de las citas más importantes del calendario europeo, quedó en un segundo plano tras la tragedia. Al concluir el partido, el seleccionador español, Luis de la Fuente, dirigió unas palabras en la rueda de prensa para mostrar sus condolencias: “Antes de nada, quiero mandar mi más sentido pésame a los familiares del aficionado que falleció. Este tipo de situaciones nos hacen reflexionar sobre lo verdaderamente importante en la vida”.

El reglamento estipula las causas por las que puede suspenderse un partido.

1. La RFEF tiene la facultad de suspender cualquier encuentro cuando prevea la imposibilidad de celebrarlo por causas excepcionales.

Asimismo, y por delegación de la RFEF, las Federaciones de ámbito autonómico podrán suspender encuentros de las competiciones de Tercera División (Tercera RFEF), Liga Nacional Juvenil y Tercera División de Fútbol Sala, de los grupos que se correspondan con su ámbito de actuación, y proponer motivadamente a la RFEF la suspensión de partidos del resto de categorías nacionales cuando prevea la imposibilidad de celebrarlo por causas excepcionales.

2. El/la árbitro podrá suspender la celebración de un partido por las siguientes causas:

a) Mal estado del terreno de juego.

b) Inferioridad numérica de un equipo, inicial o sobrevenida, en la forma que prevé el artículo 246.

c) Incidentes de público. La suspensión del partido por incidentes de público deberá adecuarse a lo dispuesto en el ordenamiento jurídico de aplicación para la represión de tales conductas.

d) Insubordinación, retirada o falta colectiva.

e) Fuerza mayor.

En todo caso, el/la árbitro ponderará tales circunstancias según su buen criterio, procurando siempre agotar todos los medios para que el encuentro se celebre o prosiga. A tal efecto, el equipo arbitral designado para dirigir un partido deberá personarse en el campo con una antelación mínima de hora y media, al objeto de reconocerlo, examinar sus condiciones y tomar las decisiones que considere pertinentes para que se subsanen las deficiencias que, en su caso, advierta.

A pesar de lo acontecido, la final siguió desarrollándose hasta su término. Esto ha generado cierto debate sobre los criterios para decidir la suspensión de un partido en casos excepcionales. Conforme a la normativa de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), la interrupción de un encuentro puede darse por diversas causas, como fuerza mayor, altercados entre el público, malas condiciones del terreno de juego o incidentes graves relacionados con la seguridad. No obstante, en este caso, los organizadores optaron por no detener la celebración del partido, que terminó con la victoria de Portugal en los penaltis, después de que Diogo Costa parara el penalti de Morata.