Un jubilado supera un cáncer y gana tres veces la lotería: “No creo que me vuelva a pasar”

La cifra total de los premios asciende a los casi 2,2 millones de euros, una cantidad que le permitirá disfrutar de la vida después de haber pasado por una terrible enfermedad

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Una hombre enseña una tira
Una hombre enseña una tira de boletos de lotería (María José López / Europa Press)

Acertar en los juegos de azar parece que está reservado para unos pocos afortunados. La mayoría de los jugadores sabe que con seguir el premio gordo es un sueño inalcanzable. Las probabilidades matemáticas son tan bajas que pensamos que ni nosotros, ni ningún conocido, llegará nunca a tener esa suerte. Sin embargo, hay historias que desafían cualquier estadística y devuelven la esperanza a quienes juegan, aunque sea de manera ocasional.

Este es el caso de David Serkin, un jubilado canadiense cuya vida ha dado un vuelco que ni él mismo podía imaginar. Tras superar un cáncer, no solo ha recuperado la salud, sino que la fortuna también ha llamado tres veces a su puerta en un solo año.

Racha histórica de premios

La increíble sucesión de premios comenzó cuando David se llevó 500.000 dólares en la lotería, una cifra que para muchos ya habría sido más que suficiente, pero su buena racha no se acabó ahí. Apenas tres meses después, en noviembre del pasado año, adquirió otro décimo que volvió a ser premiado, esta vez con un millón de dólares.

Su suerte, lejos de agotarse, volvió a hacer acto de presencia el pasado 3 de mayo, cuando David se enteró de que, por tercera vez en menos de un año, había acertado de nuevo y ganado otro millón.

El balance total de esta racha supera los 2,5 millones de dólares (casi 2,2 millones de euros al cambio), una suma que resulta aún más impresionante si se tiene en cuenta el escaso margen de probabilidad que existe para que algo así suceda. Para David, además, no se trata de la primera vez que la suerte llega a su vida: doce años antes de esta cadena de premios, ya había ganado otros 250.000 dólares en la lotería.

Este es el dinero que se queda Hacienda de los décimos de la Lotería del Niño.

Escepticismo y asombro entre sus amigos

La historia de David Serkin no solo ha dejado boquiabierto a su entorno más cercano, sino que incluso ha generado incredulidad entre sus propios amigos. El jubilado confiesa que estos no daban crédito cuando les enseñó el décimo premiado en el bar donde suelen reunirse. “Fui a tomar el café con ellos después de comprobar el ticket. Me pidieron que les dejara verlo y dijeron: ‘¿Otra vez?’”, relataba Serkin entre risas.

El propio David reconoce que es plenamente consciente de las improbabilidades matemáticas que han hecho posible su caso. “Ya sé que las probabilidades son astronómicas. No creo que me vuelva a pasar, pero seguiré comprando décimos”, aseguró en declaraciones a la administración de loterías.

Su historia sirve como recordatorio de que, aunque los juegos de azar están siempre regidos por el azar más puro, valga la redundancia, y que la probabilidad juega en contra del jugador, a veces la vida recompensa de manera inesperada a quienes lo han pasado mal.

David, que tuvo que superar retos muy duros durante su enfermedad, es la prueba viviente de que la fortuna puede aparecer incluso cuando uno siente que tiene todo en contra.